
La idea surgió a partir de una conversación con jóvenes, motivados por la inquietud de ayudar a personas con menos recursos en su entorno. Decidieron dedicar algunos días del verano a apoyar a niños y jóvenes en riesgo de exclusión en el Raval, Barcelona. El objetivo era ofrecerles actividades de ocio saludable, atención personalizada y sesiones educativas sobre temas como amistad, relaciones sociales y buenos hábitos.