
La actividad surgió como respuesta al aislamiento de los jóvenes durante la pandemia, aprovechando el deporte para mejorar sus relaciones sociales y el desarrollo de valores como el respeto y el trabajo en equipo. Está dirigida a chicos de 13 a 17 años y se organiza como un campeonato de fútbol. Con objetivos como el autoconocimiento, la resiliencia y la gestión del estrés, se busca promover el bienestar emocional y social de los participantes.